El estudio de la llegada del hombre a América es un tema altamente polémico científicamente hablando. Su objetivo es brindar explicaciones satisfactorias a un problema fundamental: Quienes eran, como llegaron y de donde provenían los primeros pobladores humanos de América.
Durante muchos años, se pensó que la llegada del
hombre aAmérica se realizó una única vez en la historia y que ello habría acontecido durante la última glaciación hace aproximadamente 11,500 años. A pesar de que esta hipótesis tiene evidencias sólidas, no explica las cada vez mayores evidencias de poblaciones humanas anteriores a los 11,500 años que han sido encontradas en América. Se abre por lo tanto la posibilidad de que el
poblamiento del hombre en América haya sido realizado
en varias ocasiones por grupos humanos diferentes y no una única vez. Estas dos hipótesis, la invasión única y la invasión múltiple, reciben los nombres, respectivamente, de Teoría del poblamiento tardío y Teoría del poblamiento temprano (a pesar de no ser "teorías" estrictamente hablando).
Recientemente, en abril de 2006, un equipo de arqueólogos de la universidad británica Liverpool John Moores University, dirigidos por Silvia González, han encontrado evidencias de huellas humanas fosilizadas en "Cuenca Valsequillo" en el estadomexicano de Puebla que tienen una antigüedad de 40,000 años, mientras que las teorías de la invasión asiática establecen una antigüedad de unos 11,500 años. Según González y colaboradores, el modelo Clovis no puede aceptarse más como primera evidencia del poblamiento de América.
Para ello, vamos a abordar diversas hipótesis y teorías sobre dicho poblamiento.
Definamos en primer término los conceptos Hipótesis y Teoría.
A. Hipótesis: Son posibles soluciones del problema que se
expresan como generalizaciones o proposiciones. Se trata de enunciados que constan de elementos
expresados según un sistema ordenado de relaciones, que pretenden describir o explicar condiciones o sucesos aún no confirmados por los hechos”.
B. Teoría: Conjunto de razonamientos ideados para explicar provisionalmente un
determinado orden de fenómenos. Conjunto de reglas, principios y conocimientos que forman la base de una ciencia, una técnica o un arte.
Existen variadas Hipótesis y Teorías sobre el origen de los primeros hombres en América, mencionaremos algunas al respecto.
HIPOTESIS
A.- Descendientes de los navegantes Fenicios
B.- Descendientes de los Egipcios
C.- Descendientes de Noé
TEORÍAS
A.- Origen Múltiple de la Humanidad
B.- Origen Asiático
LOS PRIMEROS ASENTAMIENTOS HUMANOS EN AMÉRICA
En nuestro continente, de acuerdo a la Teoría más aceptable, el hombre se traslado hacia el sur iniciando por Alaska, donde algunos de ellos se asentaron, luego viajaron por las cordilleras de las Montañas introduciéndose a lo que hoy es Estados Unidos de Norteamérica, pasando por México y finalmente llegando a Sudamérica.
Mencionemos tres regiones en las que se pueden dividir estos asentamientos:
a.- Aridoamérica, b.- Oasisamérica c.- Mesoamérica.
ARIDOAMÉRICA
Comprende varias regiones con características propias, regionalización que en este caso
fue determinada por ciertos matices en las condiciones ambientales y en prácticas culturales propias de cada etnia, uno de cuyos rasgos era el idioma. Esos grupos poseían numerosas lenguas, pertenecientes a familias como la yutoazteca y la hokana. Eso permitió a conquistadores y colonizadores españoles identificar la diversidad étnica que caracterizaba al área, en la que al momento de la conquista existían grupos como pericúes, pimas, guachichiles, conchos y tarahumaras. Una gran parte de Aridoamérica se localiza en territorio de Estados Unidos, en donde se encuentran las regiones conocidas como Centro y Sur de California, Gran Cuenca, Noroeste de Arizona y Apachería. Los miembros de esta última, que se extendían sobre parte de los estados de Sonora, Chihuahua y Coahuila, se encuentran entre los últimos grupos nómadas en ser sometidos, lo que finalmente ocurrió en los
albores del siglo XX. Además de la Apachería, en el territorio mexicano se encuentran dos regiones
aridoamericanas: la de Baja California –que incluye parte de la Costa de Sonora- y la llamada Norte de México.
Las condiciones ambientales de la zona determinaron en gran medida el desarrollo de los grupos que la habitaron. Por ser un área en la que parte del territorio presenta condiciones de aridez –aunque en su conjunto posea un régimen pluvial limitado y errático-, no tiene las condiciones ambientales adecuadas para el desarrollo de la agricultura. Cabe aclarar que, aún bajo ese esquema general de nomadismo y caza-recolección, existían diversos matices, tanto en la manera concreta en que desarrollaban sus actividades como en los instrumentos que utilizaban.
Esto, en buena medida, era consecuencia, de la variedad de medios ambientales, lo cual planteaba a sus habitantes exigencias diversas y modos distintos de resolverlas. Así, por ejemplo, en ciertos momentos y entre ciertos grupos existía una preferencia por la recolección sobre la caza, mientras que otros, como los seris y los grupos de Baja
California, además de la recolección se dedicaban a la pesca y poseían los conocimientos suficientes para fabricar embarcaciones. La permanencia de esos grupos nómadas de cazadores-recolectores, más que como consecuencia de una falta de evolución cultural,
debe verse como una exitosa adaptación y sobrevivencia ante un medio especialmente difícil. Para ello contaban con un instrumental básico pero de probada eficacia, lo que en sí mismo constituye un notable logro cultural. De cualquier otro modo gracias a las crónicas de la época del contacto con los españoles se posee información sobre prácticas que denotan la existencia de complejos sistemas rituales.
El tratamiento a los cuerpos de los muertos y, sobre todo, la gran cantidad de pinturas rupestres y petroglifos –con una enorme variedad de motivos, tanto naturalistas como simbólicos-, los cuales se distribuyen por toda el área aridoamericana, son ejemplo de un sistema de creencias más o menos elaborado. Entre los lugares con pintura rupestre
destacan los de las cuevas de Baja California Sur, como BOCA DE SAN JULIO (8) Y LAS FLECHAS (11), y los de otras regiones, como BOCA DE PETRERILLOS (58). Los aridoamericanos poseían además los conocimientos necearios para elaborar verios objetos. Los hallazgos realizados en cuevas como PAILA (53) y LA CANDELARIA (52) han mostrado que se procesaban distintas partes de plantas y animales para elaborar
sandalias, bolsas y redes. Por ello, sus habitantes dependieron por miles de años de la caza y la recolección. Entre los principios de nuestra era y el año 1000 d. C., una amplia franja Aridoaméricana fue colonizada por grupos mesoamericanos que establecieron una gran cantidad de asentamientos relacionados con diversos desarrollo culturales. Es posible que esta expansión mesoamericana fuera consecuencia, entre otros factores, de una época de condiciones climáticas favorables. Los pueblos sedentarios mantuvieron una relación no exenta de conflictos con los nómadas de la región. En la época de la conquista, Aridoamérica se extendía hasta el río Lerma y los asentamientos
mesoamericanos del norte habían sido abandonados.
OASISAMÉRICA
Aunque los pueblos oasisamericanos poseían prácticas culturales distintivas, también
compartían algunos rasgos con los de Mesoamérica, área con la que mantenían relaciones al parecer fundadas en un sistema de intercambio comercial. El territorio ocupado por Oasisamérica fue durante miles de años parte de la zona aridoamericana, y en ese entonces estuvo habitado por grupos nómadas de cazadores-recolectores. El surgimiento de culturas sedentarias en esta zona fue bastante posterior al de Mesoamérica; comenzó en los siglos anteriores a nuestra era y es posible que se consolidara a partir de 100 d. C.
CULTURAS REGIONALES
Oasisamérica propiamente dicha incluye tres grandes culturas: la Anasazi, la Hohokam y la Mogollón. Esta última es la que extendió sobre el norte del actual territorio mexicano y es a la que se relaciona el sitio oasisamericano más importante: CASAS GRANDES
PAQUIMÉ (30). Algunos autores prefieren considerar al desarrollo Mogollón del área mexicana como una región específica, a la que llaman cultura Casas Grandes. Además, es posible que con estas culturas principales convivieran otros grupos situados en áreas contiguas, los de Fremont, Patayán y Trincheras, que compartían con los pueblos de Oasisamérica algunos rasgos culturales.
MESOAMÉRICA
Entre 2500 a C. Y 1521 d. C. gran parte del territorio que ahora ocupa la República Mexicana y algunos países centroamericanos albergó uno de los desarrollos más originales del mundo antiguo. Esa área cultural es conocida como Mesoamérica.
Esta región, Mesoamérica, estuvo habitada por un numeroso conjunto de pueblos que, en el marco de una extraordinaria diversidad cultural, compartieron una serie de lementos de tal importancia, que es posible suponer no solo que tuvieron un origen común, sino que a lo largo de toda su historia participaron en una extensa red de relaciones. Debe señalarse que Mesoamérica no es una entidad que los habitantes prehispánicos reconocieron como tal y que en ningún momento, aún cuando existieron unidades políticas tan poderosas como Teotihuacan y Tenochtitlan, el área en su totalidad estuvo bajo el control de un solo grupo.
La de Mesoamérica es una historia en la que confluyen dos vías: por un lado, cada región parece haber seguido sus propias pautas y ritmos de desarrollo, y su integración con las otras se daba por medio de alianzas políticas o, principalmente, por el intercambio comercial; por otro, la tendencia dominante en el conjunto del área mesoamericana determinaba a su vez el desarrollo de cada región. Es por ello que Mesoamérica debe entenderse más que como una entidad real como un concepto utilizado por los estudiosos del pasado prehispánico de México para delimitar un objeto de estudio, en este caso un conjunto de sociedades con tan obvias afinidades, que su comprensión en lo particular sólo es posible si se toma en cuenta la situación general de cada época y la clase de relaciones que se establecían entre las distintas culturas.
Los rasgos a partir de los cuales se define la extensión del territorio mesoamericano son de dos tipos: los relativos a la estructura de la sociedad, como la economía, la política y la religión, y los que se refieren a las pautas culturales específicas que derivan de ellas, la cerámica, la escultura y el patrón de asentamiento, entre muchos otros. Es en éstos últimos, en las formas concretas en que se expresaban las pautas de comportamiento y las creencias comunes, que se manifiesta la extraordinaria diversidad de culturas que habitaron el área mesoamericana, de lo cual también dan cuenta las decenas de lenguas que se hablaban al momento de la conquista.
Entre los elementos que caracterizan a las sociedades del área mesoamericana –cuyo territorio, si bien comprende una amplia variedad de ambientes, también posee en toda su extensión las condiciones necesarias para el desarrollo de la agricultura- se encuentran, entre otros, el sedentarismo y el cultivo de plantas –entre las más importantes el maíz, la calabaza y el frijol-, la organización territorial basada en la existencia de uno o varios centros dominantes, una estructura social dominada por una élite –definida por su pertenencia a un linaje-, una religión politeísta y, asociado a ella, un grupo de rituales como el juego de pelota y el sacrificio humano. Asimismo, esas sociedades poseían un sistema calendárico basado en la cuenta de años civiles, compuestos por 18 meses de 20 días y 5 días extras, y otro religioso de 260 días, formado por 20 trecenas.
El espacio
El de Mesoamérica es un territorio de extraordinaria riqueza natural en el que se encuentran diversos medios ambientales, que abarcan desde extensos litorales marinos hasta altas montañas, cada uno con un gran potencial productivo y una gran disponibilidad de materias primas específicas. Esa diversidad ecológica se vio reflejada en la de las culturas que le habitaron y proporcionó el establecimiento, desde épocas tempranas, de redes de intercambio, uno de los factores fundamentales en la integración de la zona mesoamericana. Independientemente de la configuración territorial que adoptó en distintas épocas, que sin duda derivaba de las modalidades específicas en que se daban las relaciones entre sus distintos grupos, el área mesoamericana ha sido dividida en varias regiones, cada una de las cuales corresponde a un espacio en el que se desarrollaron culturas con rasgos particulares, si bien éste no es el único criterio utilizado en la regionalización, pues se consideran además otros factores, principalmente la asociación con condiciones geográficas determinadas.
El tiempo
Mesoamérica es un auténtico mosaico de culturas, cada una de ellas poseedoras de un conjunto de características propias, si bien siempre inscritas en el marco mesoamericano. En ningún otro aspecto esta diversidad resulta más problemática, que al establecer un esquema cronológico que permita la comparación de los distintos desarrollos locales. Éstos, a pesar de darse indudablemente bajo una tendencia común, suelen presentar ritmos distintos. Por ello no es raro observar que mientras en alguna región una ciudad se encuentra en pleno apogeo, otra experimenta un proceso de abandono. Además, debe considerarse que en la medida en que se avanza en las investigaciones, las cronologías, sobre todo las locales, sufren ajustes, lo que en ocasiones hace necesario el establecimiento de nuevos periodos, de ahí que en las periodizaciones para ciertas regiones se encuentren términos como Protoclásico,
LAS CULTURAS PREHISPÁNICAS
Dentro del territorio que actualmente abarcan los Estados Unidos Mexicanos se desarrollaron una gran variedad de civilizaciones, cada una de estas civilizaciones tiene cosas en común, sin embargo también cuentan con diversas características propias. Dentro del mosaico cultural que representan, sobresalen las culturas: Olmeca, Maya, Tolteca, Azteca (Mexica).
Antes que nada debemos tener en claro el origen de los primeros pobladores de América.
Aunque durante mucho tiempo fue objeto de polémica, hoy es aceptada casi unánimemente la teoría de que el continente americano comenzó a poblarse por el norte. Según esta teoría los primeros pobladores pasaron de Asia a América a través del estrecho de Bering.
La distancia entre el cabo Dezhnev (Península ubicada en Siberia) y el cabo Príncipe de Gales (Península ubicada en Alaska) es de solo 90 Km. Además debemos también tomar en cuenta que a la mitad de dicho trayecto existen numerosas islas en donde podría ser posible descansar y posiblemente la profundidad del mar en esta parte alcanzaba apenas los 40 metros, la idea del paso del hombre primitivo de un continente a otro es fácil de aceptar, aunque con reservas.
Además de todo esto, existiría otro motivo para sostener esta teoría, ya que en la era geológica conocida como Pleistoceno tuvieron lugar una serie de glaciaciones durante las cuales se desarrollaron, en las altas latitudes, enormes casquetes de hielo. En esta época una importante cantidad de agua dejaba de participar en el ciclo de lluvia-evaporación-condensación, generando de esta manera una disminución en el nivel del mar. Es muy probable que en el estrecho de Bering América y Asia hayan quedado unidas por una llanura.
De esta manera hace aproximadamente 35 000 años pequeños grupos de cazadores debieron de haber cruzado al continente Americano y de manera inconsciente comenzaron a poblarlo, según la mayoría siguiendo las rutas de algún animal.
Este proceso fue muy lento debido a las adversas condiciones climáticas. Sin embargo a lo largo de los años se fueron dando variaciones en la temperatura que dieron origen a épocas más cálidas, en las cuales el hombre se fue desplazando hacia el sur.
Estos primeros habitantes de América poseían una cultura relacionada con el Paleolítico superior de Asia. Las características principales en estos grupos eran su capacidad para manejar el fuego y producir herramientas de piedra, con las cuales posiblemente fabricaban abrigos de pieles y labraban objetos de madera y hueso. Una buena parte de los primeros habitantes Vivian de la recolección de plantas y frutos y de la cacería de pequeños animales; otros eran pescadores y otros cazaban animales de mayor tamaño.
ETAPAS ARQUEOLOGICAS
En México, el periodo que empezó hace 22 000 años y concluyo hace 7 000 incluyó una evolución cultural paulatina, de esta manera existen subdivisiones conocidas como Horizontes.
El horizonte Arqueolítico comprende, probablemente, de 22 000 a 14 000 años atrás y es en esta etapa las actividades más importantes eran la cacería y la recolección. En esta etapa, los grupos de personas, seguían siendo muy reducidos, la familia nuclear seguía siendo su base. Las herramientas que se utilizaban en ese entonces eran de silex, obsidiana, basalto y pedernal, en este sentido cabe destacar el hallazgo de tlapacoya que se encuentra a 25 Km. de la Ciudad de México en un terrero que en aquella época debió de haber sido una isla. Existen además otras excavaciones en Caulapan, Puebla, la Cueva del Diablo en Tamaulipas, la Laguna de Chapala en Baja California, donde se han encontrado diferentes utensilios de esta época.
El horizonte Cenolítico abarco desde hace 14 000 a 7 000 años atrás, la característica principal de este horizonte fue el cambio climático y como clara consecuencia el cambio de actividades, aunque la recolección y la caza seguían siendo el principal sostén, la protoagricultura dio sus primeros pasos, de esta forma las primeras civilizaciones comenzaron a aumentar su población y por lo tanto el grado de organización empezó a aumentar. El maíz, todavía no era el principal alimento en la dieta de los pueblos precolombinos, sin embargo ya empezaba a cultivarse de forma bastante insipiente, en esta época también se introdujo el uso de prendas de algodón.
El horizonte preclásico: Esta etapa abarco del 2 000 a.C. al 300 d. C. y está considerada como una etapa formativa que se caracteriza por la integración de una área cultural en Mesoamérica.
En este desarrollo paulatino hacia un patrón cultural más o menos común, podemos destacar la fase de Tehuacán del 2 300 al 1 500 a. C., al que pertenecen los restos de cerámica más antiguos de México. Todas las piezas que se han encontrado son de forma simple que imitan recipientes de piedra o cestos, está claro que la vida aldeana cambiaba en cada lugar de acuerdo a su entorno, ya que de él tomaba los elementos que le servían.
No hay comentarios:
Publicar un comentario